Lejos, muy lejos, donde se crean los sueños, se encuentra una chica de pelo oscuro con tono rojizo, sus ojos negros contrastan con su piel blanca como las nubes en verano .
Se encuentra en mitad de un acantilado, en el que el mar la llama…

--Me quiere a mí…--murmura
El mar oscuro y embravecido hace juego con el cielo gris encapotado.
--¿Por qué quiere el mar tenerte?—dice una voz
La chica de vuelve y observa con leve asombro a un chico con sombrero de copa azul y un traje chaqueta negro. Era curioso como el sombrero hacia juego con los estrambóticos complementos del mismo azul claro que el sombrero.
--¿Quién eres tú?—
--Jacob—dijo el chico descubriéndose la testa— alquimista de sueños
--yo soy…--
--Trisha—interrumpió Jacob—Lo sé, estoy aquí por ti—
Trisha frunció el ceño y empezó a acercase a Jacob. La falda de su vestido negro con pequeños tribales de color violeta parecía bailar al son del viento.
--¿y qué haces tú aquí?—
Jacob se acercó al acantilado para mirar al mar, dándole la espalda a Trisha.
--contéstame a lo que te he preguntado primero ¿Por qué el mar quiere tenerte?—
Trisha se acercó con más parsimonia al acantilado, dejando una distancia de precaución entre Jacob y ella – me quiere, no sé porqué, mira—dijo acercando la mano haciendo que el mar chocara con tanta fuerza que se llevó algunas rocas de la parte baja del acantilado.
--ahora tú, responde—

Jacob se giró y miró a Trisha, sonrió con sincera felicidad, parecía que le encantaba la pregunta.
--verás, el mar… te quiere si, pero el mar se alimenta de sueños perdidos, tristezas enfermizas y sobre todo el dolor de la nostalgia. Sin embargo, yo estoy aquí para que no te trague—
--¿Qué?—
--Verás soy alquimista de sueños, como te he dicho antes—dijo caminando de un lado a otro—y me alimento de sueños pero no de sueños malos ni mucho menos, sino de los mas bellos, me alimento de alegrías, de sonrisas…me alimento de fe…--
--pero eres una persona, ¿Cómo te alimentas de eso?—
--es una forma de hablar—dijo haciendo un ademan con la mano como alejando la idea—en otras palabras, estoy aquí para impedir que el mar te lleve y para que sonrias—

--pero si no te conozco de nada, además no hay forma de que…--
--¿sonría?—interrumpió el alquimista—mira Trisha, tengo que llegar lejos muy lejos, para tocar esa luz que vez a lo lejos—dijo señalando una luz tenue en la lejanía—
--¿Qué es?—
--eso… es mi vida, mi sueño y mi alegría, ahí está mi fe—dijo ensimismado—tu también la tienes aunque no la creas—
--¿y para que quiero una meta?—
--¿Cómo que para qué? Pues para hacer cosas increíbles, mira---
Jacob empezó a caminar hacia el final del acantilado mirando la luz, con absoluta seguridad, pasó el final del acantilado y empezó a caminar en el aire como si aun hubiese tierra donde sujetarse. Ante la mirada atónita de Trisha Jacob se giró y miró sonriente a la chica
.
--¿Cómo se consigue una meta?—
--muy fácil, una meta está en cualquier cosa, en un trabajo, en una aspiración, en un amor… --dijo mirando con nostalgia al brillo lejano al pronunciar la ultima palabra—
--¿y si no lo tengo?—

--fe—dijo sonriente—puedes obtener lo que quieras, sólo necesitas fe. Además yo te ayudaré, si quieres—dijo extendiendo la mano. Trisha la estrechó sonriente, sabiendo que tarde o temprano conseguiría lo que buscaba, sabiendo que tenía un amigo, raro… pero un amigo. De repente el mar se calmó el cielo encapotado se despejó y una sonrisa amplia y enorme apareció en su cara cuando Jacob dijo:

--por cierto, feliz cumpleaños--


JCG

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