Hacía mucho que no te volvía a ver, supongo que es verdad lo que dicen: “nadie que  este jodido tiene algo bueno que decir…”.
Y desgraciadamente, yo lo estoy. Llevo horas pensando ¿Cómo sacar mi rabia? ¿Eliminar mi impotencia? ¿Cómo escapar de la realidad que me obliga a doblegarme, ha caerme de rodilla y aspirar el aire resentido mientras mis lagrimas riegan mi cara…?
Y por eso escribo, para escapar de esa realidad que me atosiga y me obliga a ver que no podré, que no me dejará simple y únicamente porque yo no estoy destinado a lograr o poder…O eso pensaba.
Erase una vez  un chico alto, robusto y con el pelo rizado. Ese chico, soy yo. ¿Podéis verme? Ojos marrones y caídos, pelo rizado entre encrespado y con tirabuzones. Con barba de 3 días y tez morena.
Como comprobareis por la curvatura de mis labios rojizos por mordérmelos, estoy triste, derrotado… incluso algo deprimido. Hace años prometí ser más que nadie, ser mejor que nadie, ser recordado por siempre de manera casi inmortal… en otras palabras, Ser eterno.
Así que decidí hacer mi camino hasta la eternidad y para ello creía que con mi escritura y estudios llegaría lejos…
Que iluso. La lírica, la magia todo eso se deshace en el momento en que la realidad lo roza…
Y así ha sido, a día de hoy mi realidad ha rozado mis esperanzas e ilusiones y las ha fundido como una bombilla antigua. Miré alrededor buscando como encenderlas como hacerlas flotar, pero no…
En el suelo, apagadas y palpitantes aun… yacían mis esperanzas de ir a la universidad, mis ilusiones de ser recordado por algo que escribí, mi ambición… por ser eterno…
Fue entonces cuando rompí a llorar, frustrado y herido, como cuando lobo tras una batalla aúlla lleno de furia por haberla perdido mientras el otro firme y desafiante mira con un porte casi burlesco… pues  bien, yo era el que había perdido y la realidad, la que se reia de mí.
Todo se oscurecía, todo se volvía negro o gris… pues mis ilusiones, mis esperanzas… o mis ganas, desaparecían.

De repente una pequeña luz salió de mi pecho y se hizo grande dividiéndose en dos. Una seguía sin forma, la otra empezó a agrandarse ya tomar forma humana
--¿se puede saber . Qué narices estas haciendo?—
Estaba claro, me había vuelto loco…
--no estas loco, soy lo que queda de ti—
Yo seguía sin abrir la boca, me negaba a creer que una luz hablase y más que saliese de mí.
--levántate chico, has llegado muy lejos para rendirte ahora,¿no crees?—
Frente a esa pregunta, aspiré el aire que apenas entraba a mis pulmones y con un débil hilo de voz dije ¿para qué?
Era obvio, ¿de qué me servía pelear, si no lo iba a conseguir, sino iba a ser eterno…?
-¡idiota!—dijo la luz furiosa—mira ahí.
La luz con forma de persona señaló a la otra luz sin forma. Ésta empezó a girar y se convirtió en un espejo dorado. Me levanté y me asomé
--¿qué es lo que tengo que ver?
--no es qué tienes, sino qué quieres—dijo la luz—es tu luz, lo que queda de tus fuerzas, es tu corazón, tu verdadera esperanza, es lo que realmente te hará eterno—
Miré con suma concentración al espejo y ahí estaba yo mirándome a mí mismo. Con el ceño fruncido los puños cerrados, la labios apretados, los hombros tensos y un poco caidos, salvo porque una mano se aferraba a ellos.
--¿eh? ¿de quién es esa mano?—me dije, pero fue el espejo quien me lo mostró detrás mia apareció unos ojos sonrientes, y algo achinados, una sonrisa radiante, una tez algo más clara que la mía. Una enorme, lisa y brillante melena  envolvía el rostro que seguía mirándome sonriente, y sus manos que seguían aferrándose a mis hombros empezaba a sentirlas. De hecho una cálida sensación, me recorrió el cuerpo hasta llegar a mis labios que de repente, esbozaron una sonrisa que a cada segundo, ganaba fuerza.
--No olvides, que la eternidad, no se alcanza siendo famoso o más grande que nadie, mejor que nadie…--dijo la luz con forma de persona—la eternidad, se gana en el momento en el que con una simple mirada haces sonreír a una persona, es entonces cuando te haces eterno, y al igual que ella lo es para ti, tú lo eres para ella. No lo olvides chico, ya eres eterno, y ella lo sabe, ahora tienes que creértelo tú—
Ambas luces, se unieron y formaron un destello cegador que parecía ser absorbido por mí.
Miré la oscuridad que me envolvía y miré hacia el suelo, donde estaban los restos de mis esperanzas e ilusiones, acerqué los dedos y los rocé
--no me rendiré, les demostraré que soy eterno—
Los restos brillaron y salieron volando como antes. Entonces ella, salió de la oscuridad, me agarró de la mano y acto seguido me susurró al oído “Se lo demostraremos, vamos”.
Entonces,  la oscura habitación se inundó de luz brillante. El lobo herido se levantaba mirando al lobo desafiante, tal vez le venciera una vez, pero ahora el lobo herido, sabía cómo atacaba el contrario y sobre todo, sabía cómo atacarle.

DCG (Abraza tus sueños, cree en ellos y sé eterno o mejor aun… sed eternos)