Aunque esté lleno de rabia por no poder conseguir lo que deseo, me siento pequeño enano y a la vez lleno de coraje y también lleno de miedo… como una ardilla valiente, capaz de echarle narices a todo pero con miedo…siempre miedo…

Como verás no es el típico texto en el que escribo un poema, un cuento o una historia cualquiera… no porque esta vez estoy preocupado.

Pero sobre todo harto, harto de que todo lo que quiero no sea fácil de tener, harto de haga lo que haga tiene la misma salida: ninguna.

Me siento desmotivado, herido como temeroso. Tengo la impresión de que aquello que he conseguido, se va a caer al suelo de un momento a otro, se va perder en el tiempo como siempre…

Estoy harto de intentar todo y no tener nada. Quiero pelear, sí, quiero luchar levantarme enfrentarme al reto y conseguirlo.

Quiero llegar más lejos, quiero ser más grande. No quiero perder, no quiero quedarme sin nada.

Si algo me caracteriza es la persistencia o cabezonería, como quieran llamarlo. Así que esto es una declaración de guerra.

VOY A CONSEGUIRLO, TENGO QUE CONSEGUIRLO.

No voy a dejar de aprender, no voy a perder lo que quiero y llegaré lejos.

Lo dicho… una ardilla con armadura. Confiada en que lo logrará aunque las posibilidades sean mínimas en principio…

Al menos, hay posibilidades…

Lejos, muy lejos, donde se crean los sueños, se encuentra una chica de pelo oscuro con tono rojizo, sus ojos negros contrastan con su piel blanca como las nubes en verano .
Se encuentra en mitad de un acantilado, en el que el mar la llama…

--Me quiere a mí…--murmura
El mar oscuro y embravecido hace juego con el cielo gris encapotado.
--¿Por qué quiere el mar tenerte?—dice una voz
La chica de vuelve y observa con leve asombro a un chico con sombrero de copa azul y un traje chaqueta negro. Era curioso como el sombrero hacia juego con los estrambóticos complementos del mismo azul claro que el sombrero.
--¿Quién eres tú?—
--Jacob—dijo el chico descubriéndose la testa— alquimista de sueños
--yo soy…--
--Trisha—interrumpió Jacob—Lo sé, estoy aquí por ti—
Trisha frunció el ceño y empezó a acercase a Jacob. La falda de su vestido negro con pequeños tribales de color violeta parecía bailar al son del viento.
--¿y qué haces tú aquí?—
Jacob se acercó al acantilado para mirar al mar, dándole la espalda a Trisha.
--contéstame a lo que te he preguntado primero ¿Por qué el mar quiere tenerte?—
Trisha se acercó con más parsimonia al acantilado, dejando una distancia de precaución entre Jacob y ella – me quiere, no sé porqué, mira—dijo acercando la mano haciendo que el mar chocara con tanta fuerza que se llevó algunas rocas de la parte baja del acantilado.
--ahora tú, responde—

Jacob se giró y miró a Trisha, sonrió con sincera felicidad, parecía que le encantaba la pregunta.
--verás, el mar… te quiere si, pero el mar se alimenta de sueños perdidos, tristezas enfermizas y sobre todo el dolor de la nostalgia. Sin embargo, yo estoy aquí para que no te trague—
--¿Qué?—
--Verás soy alquimista de sueños, como te he dicho antes—dijo caminando de un lado a otro—y me alimento de sueños pero no de sueños malos ni mucho menos, sino de los mas bellos, me alimento de alegrías, de sonrisas…me alimento de fe…--
--pero eres una persona, ¿Cómo te alimentas de eso?—
--es una forma de hablar—dijo haciendo un ademan con la mano como alejando la idea—en otras palabras, estoy aquí para impedir que el mar te lleve y para que sonrias—

--pero si no te conozco de nada, además no hay forma de que…--
--¿sonría?—interrumpió el alquimista—mira Trisha, tengo que llegar lejos muy lejos, para tocar esa luz que vez a lo lejos—dijo señalando una luz tenue en la lejanía—
--¿Qué es?—
--eso… es mi vida, mi sueño y mi alegría, ahí está mi fe—dijo ensimismado—tu también la tienes aunque no la creas—
--¿y para que quiero una meta?—
--¿Cómo que para qué? Pues para hacer cosas increíbles, mira---
Jacob empezó a caminar hacia el final del acantilado mirando la luz, con absoluta seguridad, pasó el final del acantilado y empezó a caminar en el aire como si aun hubiese tierra donde sujetarse. Ante la mirada atónita de Trisha Jacob se giró y miró sonriente a la chica
.
--¿Cómo se consigue una meta?—
--muy fácil, una meta está en cualquier cosa, en un trabajo, en una aspiración, en un amor… --dijo mirando con nostalgia al brillo lejano al pronunciar la ultima palabra—
--¿y si no lo tengo?—

--fe—dijo sonriente—puedes obtener lo que quieras, sólo necesitas fe. Además yo te ayudaré, si quieres—dijo extendiendo la mano. Trisha la estrechó sonriente, sabiendo que tarde o temprano conseguiría lo que buscaba, sabiendo que tenía un amigo, raro… pero un amigo. De repente el mar se calmó el cielo encapotado se despejó y una sonrisa amplia y enorme apareció en su cara cuando Jacob dijo:

--por cierto, feliz cumpleaños--


JCG

¿Qué hiciste?

¿Qué hiciste que mi mente no es capaz de crear?

¿Qué hiciste con mis pesadillas?

¿Qué hiciste para que ya en el cielo el sol me recuerde a tu mirar?


¿Qué hiciste con mí sonreír?

¿Porque ahora sólo puedo sonreír en Granada?

¿Porque en este lugar ya no es divertido nada?

¿y no puedo reír?


¿Qué le pasó a las altas horas de la madrugada?

¿Por qué ahora no las duermo?

¿Por qué ahora espero entre la oscuridad, el brillo de una mirada?


¿Qué hiciste para que sonría al rozarme los labios con los dedos?

¿Qué hiciste para que mi mente se vaya lejos?

¿Qué hiciste para que solo piense en tus ojos y sólo ellos?



¿Qué hiciste?

¿Cómo me has hecho algo así?

¿Cómo has hecho que ya nada tenga sentido… si tu no … si no estas aquí?


Inerte, son las horas que paso sin ti...inerte, son los sueños que tengo en los que te niegas a salir^^