Supongo que habéis oído la historia de de Trisha y Jacob ¿verdad?

Esperad, ¿creéis que es un cuento bonito y sentimental?
Creo que ya es hora de que sepáis la verdad.

Jacob era un mago, no era uno especialmente bueno en nada pero era mago. De los de magia escasita, algún truco de cartas y por suerte vivía en un torreón en el bosque que sus padres le habían cedido de joven. Su sueño era ser inmortal. Ese tipo de sueños se conseguía con magia pero magia de la buena. De la que hace los brujos de barba blanca y camisón azul.
Así que durante años busco en bibliotecas de todo el mundo, hasta que encontró que para ser inmortal necesitaba una energía tan fuerte que haría estallar planetas.

La primera vez que leyó eso le pareció excesivo. "¿como narices estallo un planeta?" o lo que es más "¿cómo saco la fuerza que haga eso y la controlo?". Por aquella época, Jacob, se asomaba al todas las noches al ventanal de su torreón . Pensativo miraba las estrellas, había una que le encantaba, brillaba tanto, era tan ardiente, tan enérgica...

--¡¿enérgica?!-- bramó mirando a la estrella-- ¡la estrella tiene energía!

Buscó en uno de los miles de libros que tenía sobre inmortalidad y sortilegios. Y encontró la forma de conseguir la energía de las estrellas.
Así que el mago se puso a ello y creó una maquina gigantesca que casi no entraba en su habitación. Una especie de cañón que apuntaba a las estrellas. dicho cañón tenía que coger la energía y acumularla, sin dañar a la estrella.
La misma noche en que construyó el armatoste lo puso en marcha apuntando a la estrella pero algo iba mal, el  fuego del astro aumentaba, y su su energía era imparable... ¡si hasta bailaba! ¡la estrella bailaba! pero no conseguía su energía. Al final de la noche, la estrella se quemó y se convertíó en cenizas.

Jacob no entendía que había pasado. A la mañana siguiente, buscó las cenizas de estrellas y la encontró jugando con el viento. Intentó hablar con ella pero no le respondía.
--Que estupidez-- se dijo --Las cenizas no hablan... aunque, las estrellas no bailan y esta parecía hacerlo. Miró en su libro de magia y encontró un truco con el que hacer hablar a las cosas. 
Le costó horrores y una pequeña luxación en el hombre por hacer aspavientos pero el truco funcionó y las cenizas formaron una boca.

--¿como lo haces? ¿como puedes convertirte en estrella pese a que te queme?--
--¿fuiste tu?--espetó-- hace falta algo más que un cañon para matarme humano pusilánime.

Jacob sintió vergüenza, quizás se había pasado y puede que también quizás no era una buena idea el decirle lo que le había hecho. No obstante, antes de que pudiera buscar excusas la estrella interrumpió sus pensamientos.

--No me importa quemarme, yo soy de fuego y siempre me levanto--
Acto seguido las cenizas se unieron, ascendieron y como si de una cámara se tratara, un flash cegó a mago.
Las cenizas volvían a ser estrellas. Jacob se quedó boquiabierto.
Subió a su torreón y se durmió, había sido una noche y una madrugada muy larga.

Cuando despertó al día siguiente estaba atardeciendo. Habia estado durmiendo todo el día.
"¡Mierda!" murmuró. Había desperdiciado todo el día.
Cuando anocheció se asomó a la ventana y allí estaba la estrella, tan brillante y fuerte como siempre.
Fue entonces cuando sintió admiración por la estrella. Aun ardiendo, se había levantado.
Pero algo iba mal. La estrella parecía crecer y arder con más virulencia.
Tras un gran fogonazo, Jacob no sabia que había pasado. Revisó la máquina rogando por que no estuviera encendida, pero no era así, la maquina ni siquiera estaba conectada a nada.

--¡eh pusilanime!--
Jacob abrió los ojos como platos. Reconocía esa voz, pero por más que miraba no la encontraba

--¡abajo cabeza de alcornoque!--
Jacob miró al suelo y vió a una chica con el pelo rojo.y mirada desafiante.
--por favor dime que no he sido yo-- imploró el mago.
--¿tú ? en tus sueños. he sido yo, me has llamado la atención y antes de que me vuelvas a  quemar prefiero acercarme, me has llamado la atención.
--¿como alguien tan nefasto es capaz de hacer todo eso?

Jacob bajó a la explanada del bosque donde estaba su torreón. Ahí le explicó a la estrella que quería ser inmortal, que quería vivir por siempre para saber y verlo todo.
ella le contó que hacía mucho que no se convertía en humana, que llevaba años en su forma de estrella.
Esa fue una de muchas noches en las que se veían para hablar. Al principio las conversaciones eran simples y finitas para que me entendáis eran como las que se tienen en un ascensor, Pero a medida que seguían hablando se hacían conversaciones más largas y más profundas. Jugaban, bromeaban y sobre todo se divertían. Tanto fue así que la estrella permaneció con forma humana y se hizo llamar Trisha. Pero una estrella necesita vivir para ser estrella. Así que una noche tuvieron una interesante conversación.

--¿sabes? no deberíamos estar siempre aqui, deberíamos vivir aventuras--
--¿como cual ?--preguntó el mago--

--tu sigues queriendo ser inmortal ¿no?--
--ajam--
--pues yo ver más cosas, quizás encontremos como hacerte inmortal de paso--
A Jacob le encantó la idea. Fue así como fueron viajando y allí donde iban y contaban su historia 

La gente se fascinaba. Una vez fueron hasta una aldea vikinga. Donde la nieve llegaba hasta las rodillas. En aquel país fue donde Jacob fue confundido con un dezio por su forma de andar en aquel gélido paraje que hacía que estuviera más tenso que de costumbre. A Trisha no le llamaban mucho los sitios fríos pero si le hacía gracia poderse meter con el mago diciéndole cosas como que parecía que tenia un palo metido. Esto más  el pelo intenso y rojo de Trisha inspiró a algún escritor de la zona para contar el mito de Trisha la vikinga que era temida por todos. A trisha le gustaba los cuentos que trataban de ellos, De hecho, Jacob le escribía cuentos como regalo de cumpleaños "¿qué regalas a una estrella? ¿unos guantes?" decía cuando la gente lo miraba raro por hacer esos regalos.

 Eran muchos los que maravillados por las historias que contaban en su búsqueda, escribían leyendas sobre ellos. Sin embargo, a la estrella le reventaba que siempre tuvieran un toque triste o que ella pareciera una princesa en apuros.

--no te preocupes, cuando sea inmortal tendré toda la eternidad para dementirlos--
--como si fueras a hacer Penitas-- 
--ya verás, un día escribiré una historia que lo aclare--
Como veis, todas las historias que habéis escuchado de estos dos, son mentira. Y a día de hoy siguen juntos, quizás con otros nombres. Quizás Jacob no haya encontrado aun la inmortalidad que tanto buscaba. Pero os aseguro que es feliz, muy feliz junto a la persona/estrella que quiere. Tanto es así que no ha esperado a saber si es inmortal o no para escribir la historia que desmintieran aquellas tristes leyendas sobre ellos.
¿que más da? él era feliz ¿y ella junto a él? bueno no es por faldar pero ¿habeis visto muchas estrellas tan molonas que se queden con alguien? Por algo será. En fin, acabo la historia, (por ahora), como siempre: ¡Feliz cumpleaños Shieraki!


Jacob, el mago.

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